El siguiente texto pertenece al Diccionario Nelson:
"Originalmente, un judío (en hebreo, Yehudí) era un habitante del reino de Judá (2 Reyes 16:6) o de la provincia de Judea (Esdras 5:8). Posteriormente, debido a la prominencia del reino del sur, "judío" se convirtió en el nombre dado, especialmente por los extranjeros, a cualquier persona perteneciente al pueblo de Israel.
El cautiverio y la dispersión
El pueblo hebreo, como tal, dejó de existir con el cautiverio.
- El reino del norte fue llevado al exilio por Asiria en el 721 a.C.
- El reino del sur cayó bajo el dominio de Babilonia en el 587 a.C.
No volvería a resurgir como un pueblo geográfica y políticamente organizado hasta 1947, cuando las Naciones Unidas propiciaron su restablecimiento. A pesar de esto, los judíos nunca perdieron su identidad como comunidad, manteniéndose unidos a sus tradiciones y a su herencia cultural. Sin embargo, más que un pueblo con territorio definido, se convirtieron en una comunidad religiosa dentro de una Palestina más grande y en constante desarrollo.
El destino del reino del norte es difícil de rastrear, ya que su población fue transportada a regiones remotas de Mesopotamia y Media, mientras que su tierra fue repoblada con extranjeros. En cambio, los habitantes del reino del sur fueron llevados a Babilonia por Nabucodonosor, donde permanecieron en esclavitud durante 50 años, hasta la caída de Babilonia.
El dominio persa y el regreso a Jerusalén
Cuando Ciro el Grande conquistó Babilonia, los judíos lo recibieron como un Mesías esperado, más que como un simple libertador (Isaías 44:28-45:25). Bajo el dominio persa (538-330 a.C.), se estableció un trato más equitativo con los pueblos conquistados, permitiéndoles conservar sus tradiciones y religión. Ciro y sus sucesores permitieron la reconstrucción del Templo y de Jerusalén, así como el retorno de aquellos judíos que quisieran repoblar su tierra.
A pesar de esta oportunidad, pocos judíos regresaron con Esdras y Nehemías, ya que la mayoría estaba establecida en Babilonia y no veía la necesidad de partir (Jeremías 29:4-5). Los que regresaron lo hicieron por motivos religiosos, formando una comunidad estricta en la observancia de sus tradiciones.
Bajo la dirección de Esdras y Nehemías, los judíos:
- Fundaron la Gran Sinagoga.
- Compilaron y organizaron las Escrituras dispersas, dando origen a los Escribas, encargados de preservar la pureza del texto.
- Reafirmaron la observancia rigurosa de la Ley.
- Instituyeron la sinagoga como centro de instrucción en las Escrituras.
- Restauraron la importancia del sábado, anteriormente descuidada.
- Aparecieron y se multiplicaron diversas sectas, activas en la época del Nuevo Testamento.
El helenismo y la dominación griega
El Imperio Persa, que se extendía desde Tracia en Europa hasta Bactria en Asia, cayó ante el avance de Alejandro Magno. Tras derrotar a Darío III, Alejandro conquistó el territorio persa, incluyendo Judea.
A su muerte, su imperio se dividió entre sus generales:
- TOLomeo tomó Egipto y Palestina, estableciendo su capital en Alejandría.
- SELEUCO dominó Siria y Mesopotamia, con capitales en Antioquía y Seleucia.
Bajo los tolomeos (311-198 a.C.), los judíos gozaron de bienestar, formando prósperas colonias en Egipto y Alejandría. Sin embargo, los seléucidas de Siria intentaron anexar Palestina, logrando su objetivo con Antíoco III (223-187 a.C.). Su opresivo gobierno provocó la revolución de los Macabeos, liderada por Judas Macabeo y sus hermanos.
Para el 160 a.C., los judíos lograron independencia de los seléucidas, pero las luchas internas y la falta de organización política debilitaron su gobierno. Finalmente, en el 60 a.C., el general Pompeyo conquistó Palestina, estableciendo la dominación romana que duraría siglos.
La influencia del helenismo
Aunque breve, la influencia griega dejó un impacto duradero en la cultura judía:
- Se tradujeron las Escrituras al griego (Septuaginta).
- Se produjo una vasta literatura judía, incluyendo libros deuterocanónicos o apócrifos en el canon alejandrino.
- Surgió la Mishnáh, recopilación de la Ley oral del judaísmo, base de los Talmudes palestiniano y babilónico.
- Se desarrollaron los Tárgumes, traducciones arameas de las Escrituras.
A pesar de intentos por revivir los términos hebreo e israelita, "judío" y "judaísmo" siguen siendo los más usados. Originalmente, estos términos eran epítetos peyorativos dados por los gentiles para referirse a la comunidad judía dispersa en el mundo.
Uso del término "judío" en el Nuevo Testamento
En el Nuevo Testamento, el término "judío" adquiere distintos matices según el autor:
- En los Evangelios sinópticos, aparece en la frase "rey de los judíos", usada por los gentiles (Mateo 27:11, 42).
- En Juan, tiene tres significados:
- El pueblo en general (Juan 2:6).
- En sentido peyorativo, los incrédulos hostiles a Jesús, especialmente los líderes religiosos (Juan 4:9).
- Referencia a los judíos bajo dominio romano (Juan 18:33).
- En Apocalipsis, los verdaderos judíos son la Iglesia de Jesucristo (Apocalipsis 2:9; 3:9).
- En Hechos, se usan las tres acepciones vistas en Juan.
- Pablo prefiere el término "judaísmo" en singular y sin artículo, vinculando el concepto a la Ley de Moisés (1 Corintios 9:20; Gálatas 2:14).
Bibliografía
- John Riches, The World Of Jesus: First-Century Judaism in Crisis. Cambridge University Press, 1990. "
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