LA GRACIA DE DIOS — Reina Valera 1960


 1. La gracia como favor inmerecido

Romanos 11:6

Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.

Salmos 84:11

Porque sol y escudo es Jehová Dios; gracia y gloria dará Jehová. No quitará el bien a los que andan en integridad.

2. La gracia como fuente de salvación

Efesios 2:8–9

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
no por obras, para que nadie se gloríe.

Tito 2:11

Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres.

Hechos 15:11

Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos.

3. La gracia en Cristo

Juan 1:16–17

Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia.
Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.

2 Timoteo 1:9

Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.

4. La gracia como don gratuito

Romanos 3:24

Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.

Romanos 5:15

Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundantemente más la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundó para los muchos.

5. La abundancia de la gracia

Romanos 5:20

Pero la ley se introdujo para que el pecado abundase; mas cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia.

2 Corintios 9:8

Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.

6. La gracia como poder para vivir

2 Corintios 12:9

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.

Hebreos 4:16

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.

7. La gracia que transforma

Tito 3:5–7

Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

8. Permanecer en la gracia

Romanos 5:2

Por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes.

Colosenses 1:6

Que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad.

9. La gracia en la vida del creyente

1 Corintios 15:10

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo.

2 Pedro 3:18

Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

10. La gracia como herencia eterna

1 Pedro 5:10

Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo.




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